Crítica de “Sully”
En su último largometraje, Clint Eastwood nos transporta a una historia
emocionante y humana con un Tom Hanks sobresaliente en su papel
La nueva película de Clint
Eastwood cuenta la increíble historia del “Milagro en El Hudson”, suceso que
ocurrió el 15 de enero de 2009, en el que el piloto Chelsey Burnett Sullenberg
aterrizó un avión en el río Hudson sin que hubiese ninguna muerte.
El film cuenta con unos efectos especiales impresionantes y que
harán que te metas mucho más en la cinta. Clint Eastwood busca, a través de su
nuevo trabajo, que los espectadores reflexionen acerca de lo que ocurrió en
este caso, de cómo a un hombre que salvó a 155 personas le acusan de no hacer
lo correcto. El largometraje es una oda
a la humanidad, a la bondad y a la manera tan mecánica pero poco humana de
trabajar de la sociedad actual.
“Sully” alterna los momentos del
accidente con lo sucedido después, y lo hace de una manera que engancha desde
el primer momento hasta el último. No estamos ante un guion espléndido, pero sí
que es lo mejor que ha hecho Eastwood
desde “Gran Torino” (2008).
En la película sobresale una
persona por encima del resto, y ese es Tom Hanks, quien nos ofrece una
interpretación magistral. “Sully” es una
cinta que huele al Óscar, no solo por su parte técnica, sino por su poder
de contar la historia en una hora y media con toda precisión de detalles sin
caer en el aburrimiento o en la monotonía. Eastwood podría haber caído en lo
dramático o, incluso, en lo sensacionalista, pero sabe que es lo que le
interesa al público saber de la historia.
Sin duda, el film tiene un cierto
aroma a Vintage y recuerda a los largometrajes que se hacían años atrás y que
tan bien funcionaban en la gran pantalla.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Tom Hanks y sus efectos especiales.
Lo peor: Parece que Eastwood ha perdido su capacidad de sorpresa.