Los thrillers de
persecuciones están muy de moda en el cine español. Parece que ya está todo
contado y que es un tanto difícil innovar. Raúl Arévalo sigue los pasos de
actores como Leticia Dolera y se pone manos a la dirección con una de las
mejores óperas primas que se han hecho nunca.
“Tarde para la ira” es una
historia de venganza innovadora, contada como si de un documental se tratara, estructurado en varios episodios, con un guion escrito excelentemente y con una
estupenda construcción de los personajes. Lo mejor es llegar al cine sabiendo
lo menos posible de la película para que te pueda sorprender y te quedes
alucinado con la historia, que consiste en el triángulo que se crea entre una
mujer, su marido que acaba de salir de la cárcel y un tercer hombre que guarda
un secreto y es lo que le une a los otros dos personajes.
El elenco del film no podría
haber sido mejor. A Antonio de la Torre le viene como anillo al dedo su
personaje, brindándonos uno de los mejores papeles de su carrera y, sin duda,
debe ser premiado por ello. Luis Callejo no se queda atrás y nos ofrece una
gran actuación, lo que hace que nos metamos muchísimo en la historia y que la
vivamos intensamente. Ruth Díaz supone un enorme descubrimiento, siendo un
enorme pilar en esta historia de venganza. Mención especial para Manolo Solo
que, aunque puede ser el gran olvidado del largometraje, su corta aparición es brillante.
La cinta es sencilla en su construcción,
y sus escenas en los barrios difíciles hacen que la historia sea aún más
creíble y dura. Los 88 minutos de la película se hacen demasiado cortos
y, sin duda, nos dejan con ganas de que Raúl Arévalo dirija un nuevo filme muy
pronto, ya que con “Tarde para la ira” ha arrasado y espero que se imparta
justicia y triunfe en la próxima edición de Los Goya, Todo a su debido tiempo.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: su potente guion y la interpretación de Antonio de la
Torre.
Lo peor: que pase desapercibida y no cobre la importancia que
merece.