martes, 30 de abril de 2019

Crítica de 'Leto'


Los films biográficos sobre músicos o grupos musicales están en su apogeo gracias al éxito de Bohemian Rhapsody. Ahora, en clave más minoritaria, se estrena Leto, cinta rusa que busca ser un drama biográfico musical que se desarrolla en la década de los 80.

Leto se sitúa en Leningrado, en un verano a principios de los 80, donde la escena del rock de la ciudad está en pleno apogeo. Aquí se cuenta la historia de Viktor Tsoï, un joven músico que está tratando de hacerse un hombre en este mundo y que creció escuchando a Led Zeppelin, T-Rex y David Bowie. El encuentro con su ídolo Mike y su esposa, la bella Natacha, cambiará su destino, y juntos construirán una leyenda como pioneros del rock ruso.

Foto: filmaffinity.com

A priori, puede ser una cinta que no interese mucho puesto que se basa en un grupo que no es conocido por la mayoría de los espectadores. Sin embargo, Leto, que tuvo el privilegio de participar en la Sección oficial de largometrajes a concurso en 2018, tiene cierto encanto e inspira cierta ternura gracias a su personaje protagonista. Es cierto que no pasará a la historia de los biopics, pero tampoco es nada desdeñable.

El largometraje funciona de forma alternativa e inconstante, siempre en un difícil equilibrio entre la sorpresa y la pretenciosidad. En cualquier caso, lo que exhibe es tan extraño, surrealista y desesperado que, solo por ello, merece la pena adentrarse en ella.

La obra de Kirill Serebrennikov es una muy hermosa reconstrucción de la movidilla rockera durante los estertores soviéticos, llena de ingenio visual y de buenísima música. Leto logra esquivar varios de los clichés argumentales típicos de los biopics habituales, con una fantasía musical que fascinará a todos los que amen una buena melodía.

Valoración: 3/5

Lo mejor: Sus secuencias musicales, pura fantasía

Lo peor: Funciona de manera desigual y es demasiado pretenciosa

martes, 23 de abril de 2019

Crítica de 'La espía roja'


La última vez que Trevor Nunn dirigió un film para la gran pantalla fue en 1996 con Noche de reyes. Ahora, ha vuelto con La espía roja, drama basado en la vida de Melita Norwood, la espía británica que estuvo más tiempo al servicio de la KGB.

La espía roja cuenta la historia de Joan Stanley, una encantadora anciana que jamás ha levantado ningún tipo de sospecha hasta que una mañana del año 2000, agentes del MI5 llaman a su puerta para llevársela detenida, acusada de proporcionar información a la Rusia comunista, saliendo a la luz uno de los mayores casos de espionaje del KGB y con Joan como principal sospechosa.

Foto: filmaffinity.com

La cinta está narrada de forma convencional, abusando hasta una forma ensordecedora de la música, sin tener ningún elemento que la haga diferenciadora. Como película de espías no aporta nada nuevo, aunque Dench defiende con talento y emotividad al personaje real durante el interrogatorio, y Sophie Cookson con frescura, pasión y fragilidad en sus díscolos años mozos. Está muy bien realizada y, en ella, se explica perfectamente la situación histórica que se vive, pero se acaba haciendo bastante pesada hasta resultar académica, poco convincente y monótona al sacar tan poco drama de la historia y, en su lugar, ofrecer algo romántico pulp lleno de clichés.

Por tanto, La espía roja cuenta con unas buenas interpretaciones cargadas de emotividad y matices, sobre todo las protagonizadas por Judi Dench. Sin embargo, en líneas generales es una colección de diálogos tediosos pronunciados con personajes trazados a brochazos y en los que hubiese sido muy interesante profundizar, ya que el espectador se quedará con más ganas de ver escenas de Judi Dench o de Sophie Cookson, quien interpreta a su personaje de joven.

Valoración: 2/5

Lo mejor: Las excelentes interpretaciones de Judi Dench y Sophie Cookson

Lo peor: Que busque profundizar en una mediocre historia romántica en lugar de aportar mayor dramatismo y elementos de thriller

martes, 16 de abril de 2019

Crítica de ‘La sombra del pasado’


El director alemán Florian Henckel von Donnersmarck, autor de la estupenda La vida de los otros y de la insuficiente The Tourist, regresa al cine independiente con La sombra del pasado, su tercer largometraje y que fue nominado a la última edición de los Oscars y los Globos de Oros en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

El film cuenta la historia de Kurt Barnert, un joven estudiante de arte en la Alemania del Este que está enamorado de Ellie, su compañera de clase. El padre de ella, el profesor Seeband, un famoso médico, no aprueba la relación de su hija y está decidido a destruirla. Lo que ninguno de ellos sabe es que sus vidas están conectadas por un terrible crimen cometidos desde hace décadas.

Foto: filmaffinity.com

Este drama, con toques de thriller, ambientado en el nazismo tiene un buen planteamiento, pero que comienza a desvanecerse enseguida. Es casi imposible mantener la atención durante 188 minutos de metraje y ni siquiera la habilidad de Donnersmarck logra que la cinta tenga interés.

Planteado como un film independiente, al final resulta ser convencional y aséptica. Tres pesadísimas horas de metraje para ofrecer una narración que es exasperadamente ramplona, lastrada por unos personajes unidimensionales y un sentimentalismo de lo más tosco.

La sombra del pasado acaba trivializando los temas que aborda por culpa de su villano mefistofélico, sus inconsistencias narrativas, sus gratuitos montajes musicales y, sobre todo, por su pobre y vacío discurso sobre la verdad del arte como reproducción de la realidad. Lo nuevo de Donnersmarck tiene falta de ambición y no funciona en ningún momento. Lo misterioso es qué le han visto los académicos estadounidenses para que optara a una nominación a los premios más importantes de la historia del cine.

Valoración: 2/5

Lo mejor: Su planteamiento sería bueno con un buen desarrollo

Lo peor: Que dure tres horas cuando no tiene nada que contar

martes, 9 de abril de 2019

‘Identidad borrada’: Joel Edgerton vuelve a sacar el cineasta que lleva dentro


Se ha hecho rogar, pero por fin está aquí. Identidad borrada se estrenó en Estados Unidos el 2 de noviembre y, cinco meses más tarde, ha llegado a España, con unas expectativas muy altas. El actor Joel Edgerton vuelve a ponerse tras las cámaras después de la buena experiencia que tuvo con El regalo, una cinta con un clima de suspense aterrador y que era un ejercicio más que correcto.

Identidad borrada, su nueva película, cuenta la historia del hijo de un predicador baptista de una pequeña ciudad norteamericana, quien se ve obligado a participar en un programa para “curar” su homosexualidad, apoyado por la iglesia. Cuando a los 19 años, Jared Eamons cuenta a sus padres Nancy y Marshall Eamons que es gay, el joven comienza a ser presionado para que asista a un programa de terapia de conversión gay o, de lo contrario, será rechazado por su familia, sus amigos y la iglesia. Dentro de este programa, Jared entrará en conflicto con el terapeuta jefe Victor Sykes, interpretado por Joel Edgerton.

Foto: filmaffinity.com

En esta película, el joven Lucas Hedges (Manchester frente al mar, Lady Bird) vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores de su generación y que está más que justificado que salga tanto en pantalla. Su trabajo en la película, por el que fue nominado a los Globos de Oro, es de una maestría increíble, y cuenta con una complejidad admirable y asombrosa a partes iguales.

Identidad borrada logra ser un drama difícil, emocionante y, sobre todo, aleccionador, que busca generar polémica y controversias en el espectador para que se replantee todo lo que está sucediendo en la pantalla. Joel Edgerton demuestra por segunda vez su enorme talento tras la cámara, reconfirmándose como director con una gran sensibilidad y talento dirigiendo a actores. Edgerton es buen actor, pero como director es todavía mejor, siendo interesante que se replanteara su carrera y que valorara el dejar la interpretación a un segundo lado y centrarse en dirigir, ya que por ahora le está yendo bastante bien.

La carrera de Edgerton como cineasta se eleva a un nivel completamente nuevo con este segundo trabajo, un drama que es sumamente humanista y que emociona, grabándose en la memoria del espectador, puesto que no pretende pasar desapercibido. La historia está basada en hechos reales y se inspira en el libro de Garrard Conley, por lo que su aproximación con la realidad hará que guste aún más a su público y que se quede sorprendido, triste y furioso al conocer que lo que se plantea en la obra ocurre realmente en la realidad.

Identidad borrada es un film muy valioso que todos los padres con niños LGBT deberían ver, puesto que aprenderán mucho y les hará reflexionar y comprender mejor a sus hijos, si es que todavía no lo habían hecho. Russell Crowe y Nicole Kidman están estupendos en sus papeles secundarios, ya que Crowe está sencillamente espléndido y Kidman aporta una creciente compasión emotiva.

La película pretende jugar, en sus casi dos horas de metraje, con qué es lo que hay que enseñar y qué no. Su director transita esa frontera con elegancia y sensibilidad. No es solo un buen largometraje, sino que es una muy importante. A través de su interpretación, Hedges consigue que la confusión homosexual sea palpable y trágica, con mucha intensidad y con un brutal desarrollo a nivel dramático. En definitiva, Identidad borrada es un film que todo el mundo debería para sacar sus propias conclusiones y observar que vivimos en una sociedad que no está tan avanzada como nos creemos y nos gustaría.

Valoración: 4/5

Lo mejor: El debate moral que plantea

Lo peor: Cierta falta de interés en su segunda mitad, aunque se compensa con los últimos minutos de metraje

martes, 2 de abril de 2019

Crítica de ‘¿Qué te juegas?’


La comedia es, sin duda, la gran triunfadora del cine español. Es el único género capaz de hacer una gran taquilla en nuestro país y atraer al público cuando son, generalmente, los que tienen menor calidad. En medio de este éxito, la debutante Inés de León busca triunfar con ¿Qué te juegas?, protagonizada por Javier Rey, Amaia Salamanca y Leticia Dolera.

El film cuenta la historia de Roberto y Daniela, dos hermanos con una vida lujosa y llena de glamour gracias a la Naviera que heredaron de su padre. Los dos son directores de la empresa, pero con personalidades muy distintas, ya que Daniela es muy perfeccionista y Roberto es un visionario que odia la actitud de su hermana. Sin embargo, todo cambia cuando ambos se enamoran de la misma mujer, Isabel, una joven monologuista contratada por Roberto para que seduzca a su hermana con la intención de que vuelva a ser tan divertida como era antes.

Foto: filmaffinity.com

La cinta es bastante divertida y funciona muy bien gracias a la complicidad que hay entre su trío protagonista. Sin embargo, su principal logro es que se trata de una de las primeras películas cómicas españolas en el que personas de distinto sexo luchan por conquistar a una misma persona, por lo que sabe adaptarse a los nuevos tiempos.

¿Qué te juegas? tiene todos los elementos para funcionar: cuenta con un buen reparto, un guion con toques modernos y una trama que va ganando en interés ya que, en un principio, parece ser la típica comedia romántica pero, al final, se va transformando en un producto diferente que no se parece en casi nada al resto de cintas del género estrenadas anteriormente. Un soplo de aire fresco que el cine español necesitaba.

Valoración: 3/5

Lo mejor: La estupenda conexión que se establece entre sus protagonistas

Lo peor: Abusa de ciertos clichés