sábado, 28 de abril de 2018

Crítica de Las Leyes de la Termodinámica: una comedia diferente


Después de impresionarnos en el terreno de la ciencia ficción con la infravalorada “Proyecto Lázaro”, Mateo Gil vuelve para presentarnos una comedia romántica que, sin duda, está planteada de una manera muy diferente a lo que el espectador está acostumbrado a ver en este género.

“Las Leyes de la Termodinámica” cuenta la historia de Manel, un físico algo neurótico que piensa que las relaciones de pareja no solo se rigen por las leyes de la naturaleza. Un día se cruzará en su camino Elena, una atractiva actriz de la que se enamorará perdidamente. Cuando se acabe su relación, Manel intentará explicar a través de las leyes de la física cómo él no es el único responsable de este fracaso amoroso.

Foto: Fotogramas.es

El filme es muy disparatado y tiene momentos realmente divertidos. Vito Sanz está muy bien en la composición de su personaje, aportando momentos muy cómicos y con una alta carga humorística. El guion consigue atrapar desde el primer momento. Sin embargo, a medida que va avanzando el metraje, el espectador se dará cuenta de que la historia no avanza y toda esa originalidad que se observa al principio se convertirá en monótona y aburrida.

Hay algo que falla en “Las Leyes de la Termodinámica”, un trabajo que podría haber sido perfecto pero que, por desgracia, no lo es. Su principal problema es la falta de ritmo y la poca capacidad de sorpresa que tiene en el espectador más allá de la originalidad de su propuesta. Todos sus actores están realmente bien, destacando el trabajo de Vito Sanz y de Chino Darín, pero una premisa original no es suficiente para captar la atención del espectador en 100 minutos de metraje, lo que hace que se acabe convirtiendo en otra comedia española del montón.

Valoración: 2,5/5
Lo mejor: Su propuesta original y las interpretaciones de Vito Sanz y de Chino Darín
Lo peor: La decadencia que va sufriendo el filme a medida que pasan los minutos

sábado, 21 de abril de 2018

Crítica de Isla de Perros, un filme de animación adulto

La técnica de animación Stop Motion es la favorita por muchos y, a Wes Anderson, parece que le ha convencido bastante. Nueve años después de encandilar a la crítica con el Fantástico Sr. Fox, su primera cinta de animación, ha vuelto para hacer de su nueva obra otro éxito.

Isla de Perros está ambientada en Japón y narra la aventura de un niño que busca a su perro extraviado. En estética, se parece mucho a su anterior filme de animación, aunque tiene algunos ingredientes que la hacen diferente.

Foto: Sensacine.com

Fantástico Sr. Fox fue una obra demasiado valorada puesto que, realmente, no tenía nada que la hiciera especial: demasiado infantil para los adultos y demasiado aburrida para los niños. Sin embargo, con Isla de Perros, tenemos a un Wes Anderson haciendo una película mucho más adulta, violenta en muchos momentos.

Al igual que todos los largometrajes de este director, Isla de Perros cuenta con muchas rarezas que, a lo mejor, pueden echar para atrás. Anderson ofrece en este trabajo una inmensidad de inserciones gráficas, con desvíos narrativos que pueden resultar un poco mareantes y con un montón de detalles.

Filme social, reivindicativo, colorido en su diseño pero oscuro en su planteamiento. A lo largo de todo su metraje, el espectador tendrá sentimientos encontrados. En algunos momentos sentirá que le está convenciendo bastante mientras que en otros se sentirá un poco aburrido y es que la cinta está bastante descompensada: escenas de adrenalina y tensión pura combinadas con otras en las que la historia se desvía demasiado y es que, el tiempo que la película se desarrolla fuera de la isla, pierde mucho interés, lo que hace que sea una obra correcta pero poco destacable.


Valoración: 3/5

Lo mejor: Al contrario que en Fantástico Sr. Fox, Wes Anderson ha querido hacer una obra mucho más adulta


Lo peor: Está muy descompensada y tiene unos giros argumentales demasiado bruscos

sábado, 14 de abril de 2018

Crítica de Campeones

Javier Fesser es un director que cuenta con una versatilidad fascinante. Lo mismo puede hacer Mortadelo y Filemón que un dramón a la altura de la grandiosa Camino. En su nuevo trabajo vuelve a apostar por la comedia con un guion escrito por él mismo y por David Marqués que tiene como protagonista a Javier Gutiérrez, quien se ha convertido sin duda en uno de los actores más reclamados del panorama español gracias a su versatilidad y a su calidad interpretativa.

Campeones cuenta la historia de Marco, un entrenador profesional de baloncesto, que se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Lo que comienza como un problema se acaba convirtiendo en una lección de vida.

Foto: Fotogramas.es

Pese a que está contada en forma de comedia, la cinta tiene también elementos dramáticos que la hacen entrañable. Sabe mezclar muy bien los dos géneros y que el espectador salga de la sala planteándose ciertas cosas sin saber que en el filme iban a incidir en ello.

Campeones es de esos largometrajes simpáticos, hechos para ver con toda la familia un fin de semana por la tarde. Es cierto que su calidad no es grandiosa, pero es muy amable de ver. En primer lugar, su público podrá ver cómo va evolucionando el protagonista y mejora su calidad humana y, en segundo, gran parte de su público irá a ver Campeones pensando que es una comedia sobre baloncesto con carcajadas y momentos hilarantes. En parte, esto es cierto, pero el nuevo trabajo de Javier Fesser es mucho más inteligente y, al igual que sus personajes, no debe ser tratada como una película menor.


Valoración: 3,5/5

Lo mejor: Encontrarte con algo distinto a lo que en un principio te habías imaginado


Lo peor: Al fin y al cabo, es solo una película más, con papeletas para ser olvidada con el paso de los años

sábado, 7 de abril de 2018

Crítica de Ready Player One

Basada en la novela homónima de Ernest Cline, quien firma el guion de la película, Steven Spielberg cambia el cine clásico y de diálogos de “Los Archivos del Pentágono” para ofrecer al espectador un filme futurista y con unos efectos especiales de inmensa calidad.

La cinta plantea un futuro distópico, situándose en el año 2044 en el que, mientras las grandes multinacionales se reparten las ganancias de un mundo en decadencia, la mayoría de la población mundial vive hacinada en torres formadas por autocaravanas. Este es también el caso de Wade Watts, un joven adicto al videojuego de realidad virtual OASIS que, gracias a las posibilidades que ofrece, le sirve como vía de escape.

Foto: Sensacine.com

El planteamiento de Ready Player One es muy interesante. Pese a que se trata de ciencia ficción, no sería de extrañar que algunas circunstancias pudieran darse alguna vez en la vida real. Aquí vemos como la realidad virtual ha evolucionado con creces, tanto que muchos la prefieren al mundo real. También habla sobre la desigualdad del mundo ya que, mientras algunas personas se reparten todas las ganancias, el resto se encuentra afincada en caravanas.

Además de todos estos mensajes que dotan a la obra de una gran inteligencia, la película es espectacular en todos los sentidos. Tiene unos grandes efectos especiales, unas escenas de acción muy completas, unas carreras vertiginosas y, en general, una sensación de adrenalina que invadirá todo el cuerpo del espectador. Aunque el filme se desarrolle en el año 2044, algunas de sus escenas aportan cierto aire vintage, lo que hace que su contraste sea espectacularmente llamativo. Una vez más, Spielberg revoluciona el panorama cinematográfico.


Valoración: 4/5

Lo mejor: Sus efectos especiales y una sensación de adrenalina y vértigo que no cesa en ningún momento

Lo peor: Toda esa energía puede resultar mareante en muchos momentos