Ira Sachs ha demostrado, en
anteriores ocasiones, que sabe acercarse de una manera impecable a los conflictos
que rodean a los personajes. Su visión es siempre tierna y sabia a la hora de
ahondar en las desgracias que ocurren en la vida cotidiana.
El director de títulos como “El
amor es extraño” (2014) nos regala otra obra maestra. Sachs demuestra que se puede hacer una gran película con muy poco y
con una historia aparentemente sencilla que consigue complicarse y convertirse
en una auténtica delicia. “Verano en Brooklyn” cuenta la historia de cómo los
problemas y decisiones familiares acaban salpicando y afectando a dos pequeños
que mantienen intacta su inocencia.
El largometraje logra transportarnos a nuestra infancia, a recordar
a los primeros amigos que tuvimos y nuestras salidas a los 13 años de edad. Uno
de sus puntos positivos es la brillante interpretación de los dos niños
protagonistas, sobre todo la de un magistral
Michael Barbieri que demuestra ser un gran actor y tener muchas
posibilidades de cara a un futuro. Él es quien encabeza la que quizá sea la
mejor escena de “Verano en Brooklyn”, donde demuestra sus habilidades en una
divertida clase de interpretación.
La cinta, mediante un tono de
comedia dramática, nos plantea la trágica
historia de la pérdida de la inocencia a través de un conflicto entre las
familias de Jake y Tony, los dos niños de la película, que pone en peligro su
amistad. A través de un guion excelente firmado por su propio director y
Mauricio Zacharias, Sachs nos cuenta una historia de una forma en la que no
resulta deprimente, haciendo que nos enamoremos de algunos personajes y nos
desencantemos de otros y consiguiendo que el espectador se plantee si algunas
decisiones merecen realmente la pena.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: Michael Barbieri, la mejor interpretación de un niño es
mucho tiempo.
Lo peor: Que mucha gente desconozca la existencia de este
largometraje y se pierda semejante obra de arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario