Después de la fallida “El niño 44”,
Daniel Espinosa vuelve al cine de la mano de “Life”, un inquietante thriller
que logra mantener en tensión en todo momento.
La cinta bebe de referentes claros como “Alien” o “Gravity”, sin
aportar nada nuevo y con el único propósito de entretener al espectador. Hay que
tener esto muy en cuenta para poder disfrutar de una película plana y sin
pretensiones pero que consigue todo lo que se propone.
La tripulación elegida para esta ocasión no podría ser más lujosa:
Jake Gyllenhaal, Ryan Reynolds y Rebecca Ferguson encabezan el largometraje que
es una mezcla de géneros entre la ciencia-ficción, el thriller y el terror más
absoluto. Pese a que el espectador se imagina cuál va a ser su resolución final,
desconoce todo su proceso, por lo que se llevará sorpresas y sobresaltos
asegurados.
“Life” no es diferente a todo lo
que hemos visto anteriormente. Podría ser un nuevo reboot de “Alien” pero, en
su lugar, han optado por disfrazar de novedoso algo que no lo es. Aunque supera con creces las dosis de
entretenimiento necesaria, el público pide una novedad que no llega y su
ritmo podría haber sido todavía más frenético.
Su realización y producción está cuidada de una manera impecable. Estamos
ante un auténtico blockbuster, donde todo está cuidado hasta el más mínimo
detalle y, lo que parecen elementos a su favor, acaban poniéndose en su contra
ofreciéndonos un producto correcto en sus diferentes piezas, pero vacío en su
conjunto. Su mezcla constante de géneros no ayuda, y hace que no tenga una
unidad.
“Life” no será un referente en cuanto al cine de ciencia-ficción se
refiere, pero consigue que el espectador esté agarrado a sus asientos
durante los 101 minutos de metraje.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Su impecable factura y sus constantes momentos de tensión
Lo peor: Su inevitable comparación con otros filmes de calidad superior
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