Eran muchas las personas que no
estaban convencidas del regreso de Spiderman. Algunos de ellos veían que el
nuevo enfoque que iba a tomar la saga era demasiado juvenil, mientras que a
otros les parecía demasiado que en 15 años se hayan hecho 3 reboots diferentes
de este superhéroe.
Está claro que la versión que menos convenció al público fue la
protagonizada por Andrew Garfield, puesto que ni sus tramas ni sus escenas
de acción estaban a la altura de la magnífica trilogía dirigida por Sam Raimi.
Spiderman: Homecoming es una
sorpresa en muchos sentidos. A diferencia de las otras cintas del hombre araña,
esta está claramente conectada con los otros superhéroes de Marvel. Su mezcla con Iron Man, uno de los más
queridos por el público, funciona excelentemente. La ironía del personaje
interpretado por Robert Downey jr se fusiona con el de Tom Holland. Probablemente
este sea el actor más convincente de Spiderman y, con la increíble taquilla que
está haciendo, no sería raro que lo interprete durante mucho tiempo.
Foto: sensacine.com
Jon Watts, director del filme, sabe mezclar perfectamente la acción con
la comedia. Sus toques humorísticos son de lo mejor que lleva haciendo
Marvel en mucho tiempo, alejándose un poco de los tópicos que siempre explota. Además,
Michael Keaton está extraordinario como villano y funciona muy bien en pantalla.
Pese a sus 133 minutos, no se
hace nada pesado. Al contrario, su
montaje es tan dinámico que al espectador se le pasará el tiempo volando.
Aunque al principio parecía más una producción Disney adolescente, ha
demostrado que los más reacios estaban totalmente equivocados, y que el nuevo
rumbo que ha tomado la saga ha sido excelente. En este caso, un cambio ha sido
lo mejor.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: Sabe mezclar perfectamente sus momentos de comedia con
los de más acción
Lo peor: Quizá se hubiera cogido con más gusto si hubieran pasado
más años desde que vimos al superhéroe hace 3 años
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