Hay algunos directores que
parecen que nunca van a meter la pata, y una de ellas es Kathryn Bigelow,
puesto que sus filmes se han convertido es una garantía de calidad. La ganadora
del Oscar a mejor película y dirección por “En Tierra Hostil” (2009) nos
presenta, cuatro años después de “La Noche más Oscura”, “Detroit”, una obra bastante educativa y que hará
reflexionar sobre los errores que se han cometido en el pasado por culpa de los
prejuicios.
El film, basado en hechos reales
que acontecieron durante los años 60,
cuenta la historia de los disturbios raciales que sacudieron la ciudad de
Detroit, que se encuentra en el estado de Michigan, en julio de 1967, por
causa de una redada policial en un bar sin licencia, que acabo por convertirse
en una de las revueltas policiales más violentas de la historia de Estados Unidos.
Foto: ecartelera.com
“Detroit” hará que el espectador se enfade y se indigne ante tanta
crudeza, ante tanta injusticia. No podrá dar crédito sobre lo que está
ocurriendo en pantalla, produciendo preocupantes escalofríos al pensar que está
basada en hechos reales. Además, se agradece que esté rodada con dinamismo, y
que su fotografía, a cargo de Barry Ackroyd sea tan sublime y te haga meterte
completamente en la historia.
Gracias a sus continuos juegos de
cámara, Kathryn Bigelow convierte
“Detroit” en un largometraje claustrofóbico, angustioso, con el que el público
querrá gritar de dolor. Es una película que te hace llorar de rabia, de pena y
de sufrimiento. Gracias a su reflexión directa y vigorosa, la última cinta
de Bigelow se convierte en una de las obras más humanas, sentidas y didácticas
de la década. Una vez más, la directora demuestra que no hay nada que se le
escape.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Genera una angustia tremenda y logra que el espectador
reflexione y se dé cuenta de las múltiples injusticias cometidas a lo largo de
la historia
Lo peor: Que no todo el mundo esté dispuesto a hacer la reflexión
que Bigelow pretende
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