Cuando Con amor, Simón se
estrenó hace unos meses en Estados Unidos, las
críticas apuntaban a que estábamos ante una comedia romántica muy diferente a
las que se habían hecho anteriormente y profundamente original. Sin
embargo, después del visionado del fin, el espectador se puede sentir un poco
cabreado, e incluso timado, con lo que le acaba de pasar. Vamos por partes.
Con
amor, Simón, cuenta la historia de un joven de 16 años que no se atreve a
revelar su homosexualidad. Sin embargo, un día uno de sus correos
electrónicos llega a manos equivocadas y las cosas se complican.
Foto: Fotogramas.es
El
filme ha sido alabado por ser una de las primeras películas de un gran estudio
que tiene a un personaje homosexual como protagonista, pero
no por nada más. Parece que cuando Hollywood decide dar visibilidad a ciertos
colectivos (LGTBI, las personas de raza negra, etc.) el trabajo tiene que
valorarse positivamente por salirse de lo convencional, cuando esto no debería
ser así, ya que se produce una
diferenciación y una categorización que realmente no tendría que darse.
Con
amor, Simón, es bastante entretenida y tiene momentos realmente divertidos y
emotivos. Sin embargo, no deja en ningún momento de seguir la
típica fórmula de película de instituto, con momentos que rozan lo cursi y lo
empalagoso.
El
largometraje no es tan vibrante como parece, ya que tampoco busca profundizar
demasiado en sus historias ni lanzar un mensaje claro al final del todo. Es
un retrato sincero, pero es inevitable su
comparación con telefilmes o con series dulcemente progresistas de segunda
categoría. Es emotiva como gesto o entretenimiento, pero no nos da nada
nuevo que no hayamos visto en series estadounidenses como la muy recomendable
Degrassi.
Valoración:
3/5
Lo
mejor: Es muy entretenida y puede servir de ayuda a muchos
adolescentes que pasen por la misma situación que el protagonista
Lo
peor: Que no sea tan novedosa y única como la venden
No hay comentarios:
Publicar un comentario