La
comedia y la acción es una mezcla que, en ocasiones, ha funcionado muy bien.
Solo hay que ver lo que ha pasado con ‘Kingsman’, ‘Espías’ o con ‘Infiltrados
en clase’, filmes que combinan perfectamente ambos géneros y que son más que
correctos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado para no caer ni en los
tópicos ni en los excesos, y eso es lo que ocurre en ‘El espía que me plantó’,
largometraje protagonizado por Mila Kunis y la grandísima comedianta Kate
McKinnon.
La
película cuenta la historia de Audrey y Morgan son dos amigas que viven en Los
Ángeles y que se ven envueltas en una trama de espías. Todo
comienza cuando el exnovio de Audrey aparece en su apartamento con un equipo de
asesinos mortales persiguiéndole. Sin ella saberlo, descubrirá que su antigua
pareja, a la que creía conocer, es un agente de la CIA.
Foto: filmaffinity.es
La trama es bastante divertida y la idea de partida
es bastante original. Sin embargo, su ejecución es muy errónea. En primer
lugar, sus situaciones son demasiado exageradas. En ‘El espía que me plantó’ se
confunde la comedia con la hipérbole. No hay nada que funcione peor en una
cinta que el intentar hacerse el gracioso, porque esto nunca funciona y el
espectador lo nota enseguida. Además, Kate McKinnon (una de las mejores cómicas
que hay actualmente en ‘Saturday Night Live’) está muy sobreactuada y saca
totalmente de contexto.
‘El espía que me plantó’ tiene
muy buenas intenciones, pero falla en su
planteamiento, en su narrativa y en un concepto equivocado de comedia,
pudiendo haber sido uno de los largometrajes del verano, pero que acaba siendo
un producto bastante simplón. Las situaciones forzadas pocas veces funcionan, y
la directora (y también guionista) debe plantearse seriamente la forma de
ejecución en este tipo de género.
Valoración:
2,5/5
Lo
mejor: Su planteamiento y algunos momentos puntuales muy
divertidos
Lo
peor: Una Kate McKinnon que sobreactúa demasiado
No hay comentarios:
Publicar un comentario