jueves, 26 de febrero de 2015

El Gran Hotel Budapest: la estética no lo es todo

Después de Moonrise Kingdom, Wes Anderson vuelve al cine de la mano de esta disparatada comedia coral en la que pretende que, con una estética y diseño inmejorables y un colorido bastante llamativo, nos desviemos de lo realmente importante: el guión, la idea en si.
Después de los numerosos premios y nominaciones que se ha llevado esta película, estaba expectante por verla. Sin embargo, me he encontrado con algo diferente a lo que me esperaba: un guión bastante flojo para mi gusto, aunque ha sido ganador del BAFTA y nominado al Oscar, situaciones muy repetitivas que intentan provocar la risa fácil, y que acaban por aburrir al espectador.

 ¿Qué tiene entonces esta película para que haya sido una de las favoritas en los últimos premios de cine? Aparte de su dirección artística y estética, el nombre de su director, Wes Anderson, puede tener mucho que ver. Este director es enormemente admirado y respetado por académicos y críticos, y no es la primera vez que una película suya es valorada en exceso. En 2009 estrenó "El fantástico Sr. Fox", película de animación alabada por la crítica por su técnica y belleza y, para mi gusto, una de las peores películas( no solo de animación), que he visto nunca.
No estoy diciendo que "El Gran Hotel Budapest" sea una mala película, pero pienso que, con el reparto de lujo que posee, se podría haber hecho algo más dinámico, original y divertido.

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