En
2016, María Ripoll se encargó de llevar a la gran pantalla la novela de Laura
Norton No culpes al karma de lo que te
pasa por gilipollas. Esta adaptación, protagonizada por Verónica Echegui,
no tuvo gran éxito y, además, fue criticada por su falta de ritmo y su
monotonía. Tres años más tarde y, con un poco más de suerte, Patricia Font es la encargada de llevar
a cabo otra adaptación de Norton, en este caso Gente que viene y ¡Bah!
La
película cuenta la historia de una joven
arquitecta quien, tras descubrir el engaño de su prometido y sin saber qué
hacer con su vida, decide volver a su
pueblo natal y reencontrarse con su familia. Allí tendrá que aprender a
convivir con sus tres hermanos y su extravagante madre.
Foto: filmaffinity.com
Desde
la primera escena, es fácil intuir ante qué tipo de largometraje estamos. Gente que viene y ¡Bah! es el tipo de obra previsible que todo el
mundo sabe cómo se va a desarrollar y cómo va a terminar. En ella no hay
lugar para sorpresa y el interés queda perdido ya que no hay ningún misterio
ante lo que va a suceder.
Lo
que funciona de la cinta de Patricia Font es que transmite un buen rollo que contagia y que hace que, pese a que el
espectador sepa qué es lo que va a pasar, tenga curiosidad por seguir mirando.
A diferencia de No culpes al karma de lo
que te pasa por gilipollas, Gente que viene y ¡Bah! sabe lo que es el
entretenimiento, explotándolo a través de situaciones tan absurdas y divertidas
como la protagonizada por Paula Malia, así como ciertas dosis de realismo con
Irene, el personaje que interpreta la siempre estupenda Alexandra Jiménez.
En sus interpretaciones vemos ciertas
irregularidades. Mientras que Alexandra Jiménez, Carmen
Maura, Carlos Cuevas y Álex García están muy bien en sus papeles (este último
se va a hacer un experto en las adaptaciones de Laura Norton), Clara Lago está más
floja de lo que nos tiene acostumbrados, dando la sensación de que está
sobreactuada en gran parte de su metraje.
Si
buscas una peli con la que pasártelo
bien y desconectar de todo durante una hora y media, Gente que viene y ¡Bah! es la cinta que estabas esperando. No es
ninguna obra maestra, pero sabe entretener y jugar con los elementos que tiene.
Valoración: 2,5/5
Lo mejor: El
buen rollo que transmite
Lo peor: Una
Clara Lago muy sobreactuada y una trama donde se echa en falta algún elemento
de sorpresa
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