El
director noruego Hans Petter Moland,
responsable de la magistral Redención
(Los casos del Departamento Q), es el encargado de hacer el remake de Uno tras otro (In Order of Disappearance), film
que él mismo dirigió y que contaba con Stellan Skarsgard como protagonista. Ahora,
Skarsgard ha sido sustituido por Liam Neeson, al que también se han unido Laura
Dern y Emmy Rossum (conocida gracias a su papel de Fiona en Shameless).
Venganza bajo cero cuenta
la historia de un conductor de una barredora de nieve que lleva una vida
tranquila hasta que la muerte repentina
de su hijo hace que se vea envuelto en una guerra entre narcotraficantes,
armado solo con maquinaria pesada y la suerte del principiante.
Foto: filmaffinity.com
Al
contemplar esta cinta, el espectador
tiene la sensación de que Liam Neeson se está quedando encasillado en un solo
tipo de género. Es irremediable comparar Venganza bajo cero con Venganza,
esa trilogía de acción donde Neeson tiene que hacer todo lo posible por salvar
la vida de su hija secuestrada. De hecho, no es solo la trama, sino que el
personaje que interpreta en ambas se parece bastante.
A diferencia
de la obra original, que era un poco más profunda, en este remake no hay lugar para el sentimentalismo. Es una
película de acción pura y dura con algunos toques de comedia negra. No busques
una historia donde se incida en la relación del protagonista con su hijo
fallecido porque no lo vas a encontrar. Ahora bien, si quieres ver cómo un
quitanieves se emplea como si de un arma de destrucción masiva se tratase, Venganza bajo cero es tu película.
La cinta
de Hans Petter Moland es como si Venganza
hubiese sido dirigida por Quentin Tarantino. De hecho, parece un film de
Tarantino en su conjunto por su violencia
explícita y por el uso que hace de los diálogos, dando mucha importancia a
la conversación entre los personajes y empleando apodos para denominar a cada
uno de ellos, algo que podría haber funcionado bien pero que no acaba
resultando especialmente gracioso.
Moland
pretende tratar la sed de venganza como
una deshumanización del objetivo que se persigue. Al potenciar el tono
negro de su comedia y, mejorando el gélido aspecto de la original, el
realizador noruego logra que su fantástico thriller noir sea notablemente mejor
que otros aburridos y simples remakes. Es una historia de venganza, oscura y
endiabladamente entretenida, siendo un divertidísimo ejemplo de un director que
elabora un remake de su propia película por las razones adecuadas.
Sin
embargo, Venganza bajo cero está lejos de ser perfecta, ya que empieza a
perder el sentido a mitad de su metraje y no logra nunca recuperarse, ya que
empieza a faltarle fuerza y, al desaparecer Neeson de la historia durante
algunas partes, la película deja de funcionar, y es que le necesita. Sin su
personaje, este remake no se entiende ya que, cuando él no está, todo parece
encontrarse completamente helado y paralizado, sin ritmo alguno.
Por
tanto, el remake de Mollar es una obra
bastante correcta en general, ofreciendo todo lo que promete, pero habiendo una
descomposición en su estructura, con una primera parte vertiginosa y con
una segunda más pausada y con el protagonismo de unos personajes planos y sin
importancia que no tienen el mismo interés que el de Neeson. Sin duda, lo que
no se le puede negar a su director, es que es un remake bastante original
puesto que se basa en su película de 2014 pero no tiene miedo en incorporar
personajes nuevos y situaciones que no se daban anteriormente.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Que
no se trate de un remake vago al uso, sino que el director tiene libertad para
añadir a su obra nuevos matices
Lo peor: Su
segunda parte es menos interesante que la primera
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